Las exigencias del nuevo consumidor y las capacidades digitales están obligando a las empresas a repensar su modelo de negocio. El perfil del consumidor ha cambiado de forma drástica como consecuencia del contexto digital, los gigantes digitales y nuevos entrantes y con la crisis sanitaria este cambio se ha visto acelerado. El consumidor esta más conectado, autónomo, mejor informado, exigente, ocupado e influyente. Los gigantes digitales han subido el listón de exigencia del consumidor, que busca una experiencia personalizada, integrada y relevante. Para poder dar respuesta a este cambio las empresas tienen que rediseñar sus estrategias y modelo de negocio, apalancando este cambio en el uso inteligente de las capacidades tecnológicas y digitales.
Esto podemos verlo claramente en las nuevas economías de plataforma. Un mundo en el que Uber no es dueño de ningún coche, AirBNB no posee ningún hotel, o Glovo ningún restaurante, y son los que marcan a su vez el camino a seguir en la industria del transporte, el turismo o la alimentación. ¿Como puede una compañía competir en este nuevo escenario con los nativos digitales? Copiando lo que hacen bien estas empresas digitales, obsesión en el cliente y aprovechamiento de las capacidades digitales, especialmente el uso del dato que trasgreden la imaginación y la creatividad como nunca lo han hecho antes.
Rentabilidad y Escalabilidad
Las compañías han empezado a comprender que su razón de existir es el cliente. Ya no hay que persuadir al usuario de que consuma tus productos, si no entender bien al consumidor y su contexto cuando interactúa con nosotros para dar respuesta a sus necesidades en tiempo real.
Hablamos de un nuevo modelo basado en acciones inteligentes y rentables, pero también flexibles y escalables. Negocios compuestos, capaces de ser desarrollados hoy, iterados mañana y puestos en funcionamiento pasado, consiguiendo así transformarse en pioneros y disruptores en este mercado cambiante e hipercompetitivo.
Co-crear valor con el cliente para el cliente
Las organizaciones se han lanzado a la escucha activa del cliente, y bien que han hecho. Gracias a esa relación directa con ellos, la analítica que generan los datos de su comportamiento de consumo, la muestra de necesidades y deseos, ha abierto la puerta a nuevos modelos de co-creación del valor que pueden otorgar nuevos productos y servicios.
Co-crear valor con el cliente y para el cliente, ha de ser el nuevo sino de las organizaciones. Una manera de desarrollar modelos de negocios basados en productos y servicios que retroalimentan a su vez la necesidad de nuevos productos y servicios adheridos. Una co-creación en continua evaluación, que además permite comprender e iterar si las soluciones desarrolladas no responden correctamente al target esperado en real time. Una evaluación con el objetivo de poder corregir el rumbo de los procesos de transformación de estos modelos de negocio.
La propuesta de valor de esta co-creación es el eje en el que se mueve toda la economía de las organización de la actualidad. Es por eso que las organizaciones están dejando a un lado la idea de crear productos ideales en pro de persuadir hacia su consumo, y están trabajando en la línea de co-crear modelos de negocio que aporten rentabilidad sostenida en el tiempo y les transforme en líderes de soluciones a experiencias de consumo.
Shaper y la necesidad de una revisión de los modelos
En este contexto, desde Shaper creemos firmemente que, para definir nuestra estrategia, es necesario revisar el modelo de negocio actual. Las compañías deben definir quién va a ser su cliente y entender que demanda y sus puntos de dolor. Para ello, desde Shaper, acompañamos a nuestros clientes en este proceso de descubrimiento e investigación. Desde esta perspectiva del cliente, analizamos cual es la propuesta de valor más adecuada para diferenciarnos del mercado y satisfacer sus demandas. Para inspirar esta reflexión es importante cambiar nuestro actual mindset orientada a producto, industria o capacidades internas actuales, hacia los nuevos modelos y paradigmas aprovechadas por los nativos digitales, hablamos de “Open Business” los ecosistemas digitales, el negocio de plataforma y API. Desde Shaper aportamos expertos en estos modelos para facilitar esta reflexión. Finalmente hay que definir las capacidades de negocio y el modelo operativo que dará soporte a esta estrategia de cliente y propuesta de valor. La capacidad de crear ecosistemas digitales que complemente nuestras capacidades internas hace necesario determinar que capacidades son los que realmente nos diferencian y deberían ser aportadas por nosotros y cuales desde terceros. En esta fase creamos un plan de trabajo que desarrolle las capacidades habilitadoras de talento, procesos y tecnología que son necesarias para ejecutar con éxito nuestra estrategia. En este proceso es necesario incorporar elementos que nos permita adaptarnos ágilmente a los escenarios cambiantes del contexto, solo de esta manera tendremos la capacidad de resiliencia para responder con éxito al futuro, el nuevo paradigma de “intelligent composable business” es lo que nos permitirá dar respuesta a esta necesidad.
Desde Shaper pensamos que para poder afrontar con éxito esta transformación es necesario crear un plan sistémico, que actúe sobre las distintas dimensiones de nuestra organización de forma simultánea, incluyendo tecnología, modelo operativo, cultura y talento. El método de trabajo también tiene que adaptarse, para ir avanzando de forma ágil, lanzando iteraciones rápidas de nuestra estrategia (mínimum viable strategy), revisando y ajustando el plan de trabajo en función de los resultados y avances obtenidos.
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