Llegaste a la empresa hace 6 meses atraído por el proyecto y por una persona que creyó en ti y que te convenció con su visión, su valentía y compromiso con la iniciativa. Te mudaste de ciudad o país con tu familia y estás comenzando a asentarte tras un periodo turbulento de inducción, búsqueda de casa, colegios, etc. Hoy, el ejecutivo te acaba de comunicar (en confianza) que sale de la empresa… cuando te repones de la noticia, comienzas a pensar que será del proyecto y de tu rol en el mismo…
Me he encontrado con esta situación varias veces durante mi vida profesional. En algunas ocasiones el individuo fue “invitado a irse”, en otros estaba montando un equipo fuerte antes de saltar a la siguiente oportunidad… en cualquier caso debes tener en cuenta lo siguiente:
- Aunque el ejecutivo te “trajo” a la empresa, has pasado por un proceso de selección donde otros líderes aprobaron tu incorporación y entendieron tu valía, no solo para la transformación en sí, sino para la empresa y el negocio en general. Tu visión de futuro, tu compresión del mercado y de cómo se pueden hacer mejor las cosas, tu capacidad estratégica o de ejecución… nada de esto ha cambiado. Tú sigues siendo un activo valioso para la empresa, en este proyecto y en otros.
- En cualquier contratación de un puesto ejecutivo de tu calibre, se asume un cierto tiempo antes de esperar resultados. Aunque los 100 días de antaño se están reduciendo cada vez más, dependiendo de la complejidad de la organización, la madurez de la iniciativa, y la necesidad de visión, debes contar con un cierto tiempo para entender el contexto, formar una opinión y un plan estratégico y de ejecución.
- Debes intentar entender – principalmente a través de conversaciones francas – si A) el motivo de la salida del ejecutivo está ligado a otras cosas (motivos personales, razones políticas, etc.) o B) si su salida está ligada a la iniciativa en sí misma,
A. En el primer caso, tu preocupación (y la pregunta al ejecutivo saliente) debe ser quién será ahora el sponsor. Una vez entendido esto, intenta entender por qué será esa persona (le cayó en suerte o lo pidió, va a tomar la posición vacante de forma interina o permanente, etc.), qué razón tiene para apoyar (o enterrar) el proyecto, cuáles son sus compromisos con sus jefes y como la iniciativa le ayudará a conseguir dichos objetivos, etc. Es posible que algunas de las respuestas no aporten valor de forma clara al nuevo sponsor, en cuyo caso es posible que haya que adaptar los objetivos, el tiempo o la forma de conseguirlos para apoyar la nueva agenda.
B. En el caso de que la salida esté centrada a la iniciativa, pudiera ser porque el comité ejecutivo no vea que el proyecto sea prioritario en este momento – en cuyo caso se podría desacelerar la inversión pero continuar trabajando en ella hasta que sea el momento adecuado de invertir, o bien porque no se cree en la iniciativa tal y como está planteada; y puedes preguntar cuáles son los nuevos parámetros a los que adaptarse para hacer un gap análisis del nuevo caso de negocio y el valor generado, como afecta al tiempo, equipos, consecución de objetivos, etc. E incluso abrir un periodo más amplio de análisis, con el apoyo del ExCo para re-considerar alternativas como adquisiciones que provean del marco tecnológico necesario, o comenzar por centrarse en la optimización de procesos y educación de gente, o iniciar el proyecto con un piloto que pruebe a menos coste, que la iniciativa es viable y te provea de puntos de fricción en los que habrá que trabajar, etc.
En cualquiera de los casos es importante entender las razones, tranquilizar al equipo. Pedir un tiempo de reflexión para presentar los siguientes pasos y aprender del pasado para ajustar lo que haga falta en los nuevos parámetros y objetivos.